viernes, 28 de mayo de 2010

La imagen siempre a tu favor

La imagen queda reflejada diariamente en tus actividades personales y profesionales constantemente. A continuación, algunas de las situaciones que me he encontrado y observado en mi día a día recientemente. Acuérdate, la primera impresión cuenta, y puede jugar a nuestro favor o en contra:

Comercio: Pido información de un producto, después de esperarme unos “5 minutos” un vendedor me informo del producto solicitado, mascaba chicle y no de forma disimulada, al contrario, con boca abierta y música incluida, además de apoyar su extremidad superior detrás del mostrador sin acercarse al producto solicitado.
La profesionalidad y credibilidad que me transmitió fue 0 y por lógica la calidad del artículo tampoco me convenció. Acuérdate, fuera chicle, postura corporal recta, y uniforme impecable, acciones imprescindibles entre otras, para transmitir una imagen profesional coherente como vendedor. Trabajar directamente con público es agotador pero todos los clientes son merecedores de la máxima calidad en cualquier servicio de una empresa. A través de la comunicación de tu imagen puedes perder o cerrar una venta. En ese caso no cerró venta además de perjudicar la imagen de su empresa.
Tú eres la imagen de tu empresa.

Biblioteca: Silencio, concentración… hasta que la persona que se había sentado a mi lado empezó a inspirar por la nariz para que no le bajaran los mocos, no sólo me percate yo, sino las diversas personas que se encontraban a su alrededor, la mesa de trabajo era redonda. El ruido cada vez era mayor. La persona de la acción no se inmutaba, los que estábamos a su alrededor, era imposible concentrarse, nos mirábamos y nadie se atrevía a decirle nada, finalmente opté por sacar mi paquete de pañuelos de papel, sé lo ofrecí con una sonrisa para que no se molestara, me dio las gracias y sonrió.
Segundos después el ruido fue tremendo, para volver a reinar el silencio definitivamente y poder seguir trabajando cómodamente. Incomodidad ajena que además influyó en perdida de tiempo...
En alguna ocasión, en formaciones he expuesto alguna situación similar cuando hablamos de adecuar la imagen a la situación de forma coherente o e saber estar. Por norma, todos los asistentes se suelen reír, acción que nadie hace, pero observada constantemente.
Hay reglas básicas de comportamiento, que no se pueden olvidar nunca, y menos en sitios públicos, constantemente somos objeto de observación y nuestra imagen es nuestra identidad, uno nunca sabe dónde se encuentra una oportunidad. Potencia tu imagen

Indumentaria: En los dos últimos años parece que con la llegada del verano todo esta permitido, acuérdate ir al trabajo, a una formación, a una presentación, a comprar, etc. no es ir a la playa o tomar una copa a media tarde con los amigos. Tú indumentaria habla per ti, vigila con flips flops de goma, bermudas, escotes, transparencias, vestidos de playa, etc. Adecua tu indumentaria a tu actividad, edad, hora y personas asistentes. La indumentaria es un código más de tu comunicación, tiene que estar impecable a la situación e ir acorde con la tipología corporal y facial de cada persona. Tú eres, tu carta de presentación.

Puntualidad e Imagen: ¿Por qué cuesta tanto ser puntuales en eventos y reuniones? Puntualidad, es tener respeto hacia los demás y a uno mismo. La semana pasada, en un evento profesional, empezó 30 minutos tarde… a nivel profesional llegar o empezar una colaboración de trabajo con retraso supone muchas veces perjudicar a terceras personas, además de la propia imagen y la de la empresa. Acuérdate: “Una imagen vale más que mil palabras”

La imagen
no es superficial, es una herramienta de gran valor, haz que transmita a tu favor ante cualquier situación.


Escrito por: Consol Vilar dicic. Barcelona