jueves, 25 de julio de 2013

El sastre de Panamá




En Panamá, la temperatura media es la propia de un clima tropical, unos 29° durante todo el año, con una humedad relativa en el ambiente del 75,7%. A pesar de ello, John le Carré no dudó en que uno de los protagonistas de su novela "El sastre de Panamá" fuese precisamente, un sastre. 

Ahora que la calor propia del verano empieza a resultar de lo más agobiante, es complicado elegir -si se tiene oportunidad de elegir- cual es la vestimenta más apropiada para desarrollar nuestra actividad profesional sin dejar de proyectar una imagen que sea acorde con la empresa / profesión que representamos y desempeñamos.

Una manera de poder acotar la delgada línea que separa lo correcto de lo, podríamos llamarlo informal, es utilizar un código de vestimenta -propuesta que desde Dicic siempre se aconseja a las empresas a las cuales asesoramos en estos delicados temas- y es que el hecho de tan sólo plantearse redactar un código de vestimenta, nos llevará a replantearnos que imagen ha de ser la correcta acorde con la filosofía de la marca y en previsión de eventos especiales, climatología, mercado al cual nos dirigimos, etc.

Hace apenas unos meses, Suecia vivió una ola de calor inusual que trajo consigo una "pequeña" crisis entre los conductores de la compañía de autobuses Roslagsbanan cuando pidieron permiso a sus superiores para poder utilizar pantalón corto -bermudas- en su uniforme. Ante la negativa de la dirección de la empresa, un número elevado de conductores decidió protestar -hay que reconocer que de forma original- vistiendo falda, al igual que sus compañeras conductoras.

Finalmente la compañía cedió ante la presión de sus trabajadores, accediendo a  autorizar el uso de pantalón corto -acorde con el uniforme autorizado- durante los meses estivales.

Es aquí cuando la reflexión se hace del todo necesaria acerca de la necesidad de adecuar la realidad a las situaciones cotidianas. Seguramente, si la dirección de la empresa hubiese contado con el asesoramiento de profesionales en la materia, el resultado hubiese sido distinto, incluso positivo para la marca (empresa) que habría aprovechado la oportunidad de proyectar una imagen de la marca adaptada a las necesidades y a la vanguardia de los tiempos que vivimos.

Decía Coco Chanel que "La moda, pasa de moda. El estilo no". Así pues, sería oportuno reflexionar acerca de lo que realmente nos aporta ese valor añadido a la hora de decidir que imagen queremos, y que imagen debemos proyectar cuando representamos a una empresa, marca, producto, etc, sin dejar de tener estilo, aunque el calor agobie.


Y si llegado el momento, tienen dudas, consulten a su sastre, incluso si se encuentran en Panamá, seguro encontrarán uno. Por algo será... 

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