Deter gente
En publicidad, existen sectores (la mayoría por desgracia) que siguen intentando vendernos el mismo producto, con el mismo mensaje desde hace décadas.
No creo que sea por falta de creatividad por parte de los publicistas que tienen la "suerte" de recibir dichos encargos, más bien es un problema por parte de las marcas de no moverse de la zona de confort en la que llevan instaladas desde hace mucho, mucho tiempo.
Para innovar, para ser creativo, tampoco se necesita realizar grandes cambios en el mensaje, tan sólo hace falta tener un poco de empatía hacia el público al cual diriges tu producto, tener un poco de sensibilidad respecto a la gente.
Por ejemplo dejadnos comentaos el caso de una marca de detergentes, que sin hacer un cambio espectacular (entendamos "espectacular" como costoso) ha sabido cambiar el mensaje de su producto para adaptarlo a otras necesidades -a parte de las propias que puede solucionar un detergente- más acorde con el estilo de vida que llevamos hoy en día en nuestra sociedad.
El anuncio, centra su mensaje en la importancia que tiene hoy en día la imagen que proyectan las personas, focalizándose en la ropa que vestimos para posteriormente, recordarnos que su detergente cuida como ninguno esa ropa, que es la que proyecta una imagen de nosotros...
Denota el ejercicio de reflexión realizado por la marca para empatizar con su público, no sólo cuidan y limpian nuestra ropa, sino que la limpian y la cuidan para que podamos seguir proyectando esa imagen que todos y cada uno de nosotros proyectamos nos guste o no. No se puede evitar proyectar una imagen.
En un spot de 24 segundos, tan sólo se han necesitado los 13 primeros segundos para dar un giro al mensaje y sentenciar de forma magistral -Tu ropa, eres tú-, lo argumentan diciéndonos que nuestra ropa, es lo primero que ven de nosotros, esa "primera impresión" de la que ya hemos hablado en alguna otra ocasión y que no dura apenas unos 7 segundos...
Nuestra ropa somos nosotros. Lo es en nuestra vida profesional y personal. Es el altavoz silencioso que dice cómo somos, que facilita información acerca de nuestra actitud, de una forma consciente o inconsciente a nuestros interlocutores. Conscientes entonces de todo ello, no sólo es importante cuidar nuestra ropa, sino también nuestra imagen, la que proyectamos a diario y que no podemos evitar de ninguna de las maneras que sea interpretada por todos aquellos que nos rodean.
Hagamos caso en esta ocasión de la publicidad y que nuestros detergentes cuiden de nuestra ropa, cuiden de nuestra imagen.